Procesamiento del lenguaje natural y chatbots, presente y futuro
El procesamiento del lenguaje natural, conocido como PLN, es una rama de la inteligencia artificial que se encarga de que las máquinas puedan entender, procesar y generar el lenguaje de forma similar a como lo hacen los humanos.
Es muy común escuchar hablar sobre los chatbot y, aunque pueda parecer algo novedoso, cuentan con más de medio siglo de investigación y desarrollo.
¿Qué es el procesamiento de lenguaje natural?
Combina la lingüística aplicada con el aprendizaje automático, la inteligencia artificial o la inferencia estadística, es decir, la ciencia computacional.
Esta tecnología es clave para conseguir un mayor entendimiento e interacción en un entorno multimedia. El PLN se encarga de investigar la forma en que las máquinas se pueden comunicar con las personas de forma natural en sus idiomas. Un ordenador puede tratar cualquier idioma o lengua humana, aunque existan limitaciones económicas o prácticas.
Si miramos a los gigantes como Google o Apple, es fácil entenderlo. Google Asistant domina ocho lenguas. Siri habla unas veinte. Francés, alemán, chino, español, árabe, inglés, japonés o portugués son los que más aplicaciones entienden.
Los idiomas pueden expresarse por voz, texto o signos. El procesamiento del lenguaje natural se ha desarrollado sobre todo en el tratamiento de escritos, donde hay una mayor cantidad de datos y se pueden conseguir en formato electrónico.
Un audio, por ejemplo, a pesar de que tenga un formato digital, es necesario que se procese para transcribirlo en caracteres o letras. A partir de ahí se podrán entender las preguntas que se le realicen.
¿Qué modelos hay para procesar el lenguaje natural?
Para que una máquina pueda comunicar de forma natural, hay que tratar a cada lengua de una forma computacional. ¿Cómo se puede transformar el lenguaje natural en computacional? ¿Es posible? En realidad, si. Es necesario un proceso de modelación matemática, pero se puede realizar.
Hay que transformar los dígitos y bytes de tal forma que se comprenda el lenguaje humano. Los informáticos codifican los programas y los especialistas en lenguaje computacional preparan el modelo lingüístico. Después, los ingenieros informáticos se encargan de desarrollar un código funcional y eficiente.
Presente y futuro del chatbot
De forma irremediable, los chatbot forman parte del día a día y son algo cada vez más cotidiano.
Según un estudio de 2016 por la consultora IDC, el 12 % de las empresas españolas utiliza esta tecnología. El 30 %, está en la fase de implantación. El 37 % comienza a considerarlo. Se espera que para 2020, de cada diez transacciones, cuatro sean mediante el uso de esta tecnología.
La inteligencia artificial
La inteligencia artificial es la comunicación del futuro en el presente, como podemos ver en los siguientes ejemplos:
Chatbots para el tiempo
Ya se pueden encontrar bots que predicen la meteorología a varios días vista, y con el avance de la tecnología podrán aconsejar a los usuarios que lleven una chaqueta o un paraguas.
Chatbots para utilizar el 911
Para responder a las llamadas que esperan ser atendidas. Permitirán filtrar el grado de gravedad o el tipo de ayuda necesaria.
Chatbots en centros médicos
Permitirán anular citas, cambiarlas, consultar resultados o conocer la documentación necesaria para una consulta.
Chatbots para disfrutar del ocio
Un servicio que ofrece precisión, comodidad y rapidez para escoger restaurantes, realizar pedidos de comida para llevar o conocer por qué sitios salir en la ciudad.
Chatbots para buscar un hotel
Los hoteles Hyatt o la agencia Destinia cuentan con bots para reservar habitaciones o buscar alojamiento. Pretenden reunir información con la finalidad de mejorar la experiencia de los clientes.
Esto es el paradigma del denominado aprendizaje automático. El procesamiento del lenguaje natural se basa en que los algoritmos produzcan las respuestas posibles a partir de los datos observados con anterioridad. Se anima a los lectores a reflexionar sobre el presente y el futuro inmediato de esta tecnología.
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